lunes, 28 de abril de 2014


                         LA TORMENTA
…Hoy llueve torrencialmente con un sonido repiqueteante y ráfagas de viento azotan tanto a campo como a ciudad.
         Es un sonido conocido pero amenazante aunque si te paras a su ritmo y acompasas tu respiración a él,  es como si tu fueras él y el fuera tú.
         Su fuerza te conmueve te energetiza, a veces parece que te va a estampar contra las cosas: árboles, montañas, paisajes… Otras te mece y te susurra mensajes velados de misterio… es el alma… la esencia de  las cosas que no pueden esconderse a su fuerza… a su destino.
         Por el cielo nubes correderas que no pueden parar a su paso ennegrecidas por el peso del agua que se escapa de sus ubres como si de cascadas se tratase. Después el viento las empuja y bajan a tierra formando enormes senderos de agua difíciles de atravesar…
         Es la Naturaleza desatada que me hipnotiza con su fuerza y no puedo dejar de escuchar y mirar.
         Es ese vaivén hipnótico de su fuerza la que me lleva a mi interior, buscando una fuerza cercana, más dulce y serena que me permita equilibrar mis emociones desatadas.
         Ese interior es amable, conocido, caliente... Y al contraste evoca múltiples sensaciones…
         Una chimenea arde, alimenta su fuego unos leños ennegrecidos por las llamas… unas llamas estertóreas, coloridas, sofocantes que añaden a la estancia interior un aura rojizo y parpadeante.
         Con el fuego también se forman las sombras, esas sombras ligeras que quieres reconocer y no puedes… a veces crees poder velar su misterio pero otras escapan a tu dominio como perro sin amo.
         Inconscientes y confusas las sombras siguen pululando como almas descarriadas, huyen de la luz y se meten por los recovecos oscuros del sentir y allí se hacen las dueñas del territorio.
         Animando mi ilusión las grito:
         -¿Por  qué no tenéis el coraje de salir a la luz y haceros transparentes?
         -¿Qué es lo que os atenaza?
         -¿Qué misterio guardáis?
         -Sólo sois restos atávicos malolientes, cadáveres que no tienen alma…
         -¡Salid a la luz de la llama! O sed más osadas aún, - ¡volcaros en la tormenta exterior y que esta lluvia exterior os lave la cara!
         -¡Corred por los ríos de agua y dejar de estar tapadas!
         -¡Arrojaos al ímpetu natural que arrecia por este paraje!
         -¡Sed parte de este vendaval que nos cobija!
         -¡Uníos al viento y osar peinar el follaje perenne que nos habita!
         Y lentamente siento como una sinfonía interior y una honda frecuencia  musical surge del pecho que quiere unirse al espectáculo escatológico exterior… es como si la tormenta intuyera la evasión y el viento… el sonido del viento y la lluvia elevaran a catarsis los oscuros elementos.
 Un arco iris triunfante alberga a las sombras que huyen como liebres brillantes y fugaces internándose en la luz.
 
                                                                                          MARIA TAU

INTRODUCCION A LA EDUCACIÓN HOLISTICA


LA EDUCACIÓN HOLÍSTICA.-

La Educación holística o Educación Integral es la filosofía de la vida , la búsqueda de uno mismo a través de las experiencias que nos produce la interacción con el medio que nos rodea.
Desde esta perspectiva, la educación es considerada un sistema vivo y en constante progreso y evolución. Los principios holísticos de interdependencia, diversidad, totalidad, flujo, cambio, unidad, sustentabilidad, etc. están en la base de este nuevo paradigma educativo, cuyo objetivo es la formación integral del ser humano.
Por su parte, la espiritualidad es algo indefectible, pues es la conciencia del mismo ser dentro del mundo y el universo. Es la naturaleza esencial del ser humano, el cual es capaz de percibirla más allá de creencias, dogmas e instituciones o líderes organizados.
 Del mismo modo, no considera tan importante el aprendizaje de teorías y modelos como el verdadero desarrollo de mentes científicas, capaces de hacer un uso inteligente y creativo de los recursos tecnológicos actuales.
 Algunos teóricos, como Howard Gardner (1999), como David Perkins1 (1992), y como también Grant P. Wiggins2 y Jay McTighe3 (1998), han subrayado la importancia vital del aprendizaje reflexivo y del establecimiento de conexiones, dentro de lo que podríamos llamar una pedagogía de la comprensión, es decir, que los alumnos puedan reconocer con cierta facilidad las relaciones que existen entre las diferentes asignaturas y el mundo que les rodea, adaptarse a situaciones nuevas, y combinar los conocimientos pertinentes con la inteligencia práctica y social, a la hora de resolver problemas reales por sí mismos o en grupo.

viernes, 25 de abril de 2014

LA PRINCESA ROJA (Premio Cervantes de las Letras)


ELENA PONIATOWSKA

         Creo que en estos días  ha merecido grandemente atención de todos esta mujer singular:


Helène Elizabeth Louise Amelie Paula Dolores Poniatowska Amor nació el 19 de mayo de 1932.

         Aunque es de origen francés su mundo como escritora lo desarrolla y está relacionado con los personajes del mundo contemporáneo de México así como los acontecimientos y movimientos sociales de este país.

         Narradora, ensayista y creadora de un rico mundo de ficción. Como periodista aplicó las técnicas del nuevo periodismo norteamericano. Muy joven y cuando aún México era para ella un país desconocido  tuvo la osadía de lanzarse a entrevistar a los grandes artistas mexicanos de los que nada sabía. Escribió en periódicos como el Excelsior, como cronista social.

         Se unió a la causa feminista y a la izquierda política.

En todos sus libros vibra un constante tema, la sociedad, el presente mexicano, las relaciones entre hombres y mujeres, el trabajo y el desempleo, las cuestiones racistas, la lucha de clases, los desfavorecidos, las tragedias nacionales, las costumbres y tradiciones del país o el papel de la mujer.

         Por tanto su obra incita al cambio e invita a una toma de conciencia sobre los desposeídos, los niños de la calle.

“Niños, mujeres, ancianos, presos, dolientes y estudiantes caminan al lado de esta reportera que busca, como lo pedía María Zambrano, ir más allá de su propia vida, estar en otras vidas”.

Destinada en principio al matrimonio con un príncipe europeo, ya que era integrante de una antigua familia de la nobleza polaca, sin embargo también llevaba las letras en su sangre ya que era sobrina de la legendaria poeta Pita Amor.

 Con La piel del cielo (2001) obtuvo en España el premio Alfaguara de Novela. En 2005 se publicó El tren pasa primero; con esta novela, que tiene como protagonista a un líder sindical ferroviario, Elena Poniatowska se hizo merecedora del XV Premio Internacional Rómulo Gallegos (2007). En 2011, la escritora obtuvo el premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral por su novela Leonora, sobre la vida de la pintora Leonora Carrington.

Su voz pone el color al cuadro de un continente, donde la cultura es casi desdeñada y el índice de analfabetismo es muy alto, la pobreza aumenta y los gobiernos no prestan mucha atención a los pobres.

 Pero ella aprendió el castellano “antes de que los Estados Unidos pretendieran tragarse a todo el continente, la resistencia indígena alzó escudos de oro y penachos de plumas de quetzal y los levantó muy alto cuando las mujeres de Chiapas, antes humilladas y furtivas, declararon en 1994 que querían escoger ellas a su hombre, mirarlo a los ojos, tener los hijos que deseaban y no ser cambiadas por una garrafa de alcohol. Deseaban tener los mismos derechos de los hombres”.

Recibe el premio Cervantes el 23 de Abril de 2014 y en su discurso de marcado carácter social tenía muy presente, al igual que en sus libros y artículos, a los perdedores de América Latina y a esos millones de pobres cuyo silencio “es un silencio de siglos de olvido y de marginación”.

A sus 82 años se considera “Una Sancho Panza femenino”

Su discurso reivindicativo y crítico con el poder., con los que no ayudan a los desfavorecidos. Y en una época como la actual, en la que el poder financiero “manda no solo en México sino en el mundo” la escritora reconocía que los que se enfrentan a ese poder y “lo resisten montados en Rocinante y seguidos por Sancho Panza, son cada vez menos”, pero que ella le  "enorgullece caminar al lado de los ilusos, los destartalados, los candorosos".

 
 

miércoles, 23 de abril de 2014

RELATO VISIONARIO


LOS PEREGRINOS DE LA CIUDAD
 

 


 
          El invierno azota la ciudad en una honda sacudida con todos sus elementos propios de su esencia…
    Ella se estremece y como una onda expansiva recrea y aumenta su discurrir trasmitiendo como un instrumento su melodía.
    Su eco es recogido por multitud de habitantes que giran a lo largo de su perímetro como banderas agitadas. 
Hombres y animales ondean a su ritmo envueltos en capas… en multitud de capas de lana que esconden sus cuerpos.
 Al abrigo de esas capas, no solo están sus cuerpos sino también sus envolturas mágicas, su riqueza emocional que surge entre los intersticios de la tela…
    Y así van rezumando sus miserias y bellezas que se hielan o se evaporan según el día que las mece.
    Unos aparecen como simples viajeros sin rumbo ni timón, sus caras acontecidas parecen auténticos poemas sin rimas ni preámbulos; macilentos y pesados sin saber siquiera lo que les acontece… prisioneros de su devenir sin conciencia…. Aunque a veces su mirada se estremece como si por un instante hubieran presentido su destino…
    Pero no…algo se lo impide…llevan demasiada apretada la capa y no dejan salir el milagro de  la vida, van presos e inocentes de sus propios delirios, de sus miserias…
Otros,  cantarines y dicharacheros con capas mutiladas y ajironadas dejan entrever demasiado el velo de su mente… que vive modelos, pseudopatrones, falacias y quimeras, adornados con guirnaldas multicolores que se descuelgan de sus capas… bueno y malo, noche y día, serenidad y locura, guerra y paz.
    Se les ve despreocupados  de estas polaridades.
Unas veces sentados, otras caminando en multitud de formas y posturas, sus cuerpos se acoplan al momento.
    Ellos están indiferentes a ese cuerpo que no conocen solo adornan y extorsionan como si de un objeto se tratara.
    Aún existen otros modelos…

Los de la capa cruzada, no abotonada que albergan en su interior tesoros herrumbrados y atávicos por no decir ancestrales, éticas rancias, títulos nobiliarios; bastardos con aires de grandeza y vocación grandilocuente que se yerguen y suben a tribunas blandiendo sus peroratas en aras a la verdad.
     Sus blancas raíces como micelios se extienden y multiplican por los subsuelos, recovecos mentales llenos de inmundicias que contaminan otras capas y otros lugares que posesionan.
    Crucifijos y banderas ondean en sus cruzadas capas, medallas, galones, dientes afilados y brillantes, posesiones, herencias… sin embargo pesadas cadenas arrastran en sus pies que sangran y se quejan ante la insensibilidad de sus huéspedes.
 
    También existen las capas livianas que no tocan tierra, están revestidas de una tela mágica, brillante que dejan ciegos a todos los que osan poner sus ojos en ellas…
    Entre su brillo que ciega y su altura voladora pasan sin ser vistos, no se mezclan con el resto.
    Son presentes sin mácula, aunque insensibles al dolor del resto que albergan una unidad con algo Superior, pero que no quieren hacer partícipes a los demás, con la disculpa de no ser comprendidos. 
Voladores y sedentes inundan esta ciudad y el invierno muerde sus capas de peregrinos que albergan cada uno sus reliquias de ni se sabe cuántas vidas de lucha y heroísmos.
    Luego cuando atardece  y cada uno vuelve a su destino se quitan las capas, las despolvan y cuelgan pero no se atreven a mirarse sin ellas.
    Aquí lejos del invierno, en el cálido refugio,  es otro el peligro  que los sacude… es la ceguera… el miedo, la inseguridad, el desdén hacia ellos mismos y aunque desean imperativamente que la noche llegue están presos del tiempo y la mañana llega… encontrándoles atrapados en sus cobijas..
    Aunque hoy, va a ser diferente, blancos copos caen…. Variarán el estilismo de sus capas.
    Un nuevo reto para un nuevo día… de invierno.


                                       MARIA TAU


 
                                                                    

 

martes, 22 de abril de 2014


          Podemos decir que es la terapia a través del arte, es usar las diferentes manifestaciones artísticas con fines terapéuticos.

         Se centra de forma especial en la creatividad del hombre, en darle la posibilidad de plasmar su mundo interno en una obra, y a través de ella y de los subsiguientes pasos poder realizar el proceso sanador.

          La Arteterapia pone el énfasis en la capacidad de creación y de aprendizaje de las habilidades para expresarse a través de imágenes, símbolos y metáforas, para así desarrollar e integrar el potencial físico, mental, emocional y espiritual del ser humano.

         Se desarrolla mediante materiales y recursos artísticos: modelado, pintura, voz, movimiento, máscaras, fotografía, sin necesidad de experiencia previa ni largos aprendizajes técnicos.

Aunque no es habitual que una obra artística sea un producto tan inconsciente como un sueño es claro que se nutre tanto del consciente como de las capas más profundas de la conciencia.
           Desde los comienzos de esta disciplina se presentan dos enfoques diferentes, una interpretativa liderada por Naumberg, y otra no interpretativa, liderada por Kramer.
 Es también de gran ayuda en la reconstrucción interna y en la auto aceptación, pues al ser el trabajo artístico una auto-representación, el creador se ve reflejado en aquello que ha realizado. La realización de una obra requiere que la persona esté inmersa en el aquí y ahora, en el presente y en lo que hace.
 El arte tiene el don de permitir que la persona se conozca a si misma, se encuentre con sus emociones y probablemente descubra, vea su espíritu creativo, pueda adquirir una estructura integrada de si misma No se trata solo de expresar; expresar alivia, pero crear transforma. . A través de las creaciones uno devela situaciones y emociones propias conscientes o inconscientes.
Mediante la producción artística se pueden transformar situaciones inconscientes.
 Darse cuenta que la vida es plural, que esconde muchos matices para ser felices y dichosos, abriéndose a experimentar con arcilla, papel, mediante el cuerpo y la danza.
                                                                   MARIA TAU


domingo, 20 de abril de 2014


SENSACIONES

 
 
… Entorno brumoso en la playa, negritos caminando al son de gafas, botellas y vestidos inflados por el viento…mañana caliente la brisa blanda abanica las pajas de las sombrillas y los perfiles del mar…apenas mueven olas.
            Emociones livianas, perezosas como un bosque que bosteza en el paisaje marino. ¿Cuál de ellas amenaza con salir?... ¿Será el miedo? ¿La rabia? ¿La vergüenza? ¿La ira tal vez…? Ni sé…no quiero usar la razón. Las dejo que salgan como conejos agazapados en el bosque brumoso y las veo salir y entrar como danzarinas en la tarima de mi pecho, como delincuentes en la noche pero dispuestas a ser escuchadas y bendecidas.
            Mi cuerpo se mezcla con ellas en la parte más química, más combustible y se mece acariciado por ellas unas veces a ritmo rápido y otro… lento muy lento.
            Un baño fresco… el agua y la sal intervienen en la combustión, dejo flotar mi cuerpo y mi respiración deja de soplar y solo se oyen las pequeñas olas que me mecen. Acoplo mi cuerpo al dulce lecho meciente y acompaso mi respiración a las olas…. El instante se hace eterno, solo existo yo y el mar y nada más…
- ¿Quién habla? ¿Cuál es el tema? No se oye nada, nada…
            Me hundo en la ilusión de sentir, sentirme viva y una lluvia de emociones provoca que parezca que me muevo hacia lo más interno del mar.
-¡Amigo déjame profundizar en ti! …que soy yo, tu amiga.
Me abrazas, me acaricias y dejas tu mensaje en mi cuerpo…nos une el mismo proyecto “La Vida”.
 -¿Cómo acometer este proyecto? ¿Cuáles son sus objetivos? ¿Cuál es la metodología adecuada? ¿Cómo mirar en el instante borrando pasado y futuro?
            Es el método natural, la selección de  la especie, el timón de  la vida, el palpitar de  la existencia, los acordes de esta sinfonía cotidiana…Todo está ordenado, todo equilibrado…todo vibra al unísono. Solo hay que escuchar, ver, mirar, concienciar, sincronizar.
            La respiración juega un gran papel para los vivos… es el diapasón de su existencia, el equilibrio de las fuerzas, la pulsación del instante, el eco…
            Escucha un sonido, una canción, el rasgar de una guitarra…
-¿Cómo reacciona mi cuerpo?... Una risa cantarina, una nota alegre.
            Algo se pone alerta en mí, un compás de espera…respiración entrecortada…cierro mis ojos…  para ampliar mi escucha, quiero enlazar con recuerdos, con reconocimiento…
-¡No, no! ¡Quiero escuchar por primera vez!
 Abandono mi mente… ahondo en las sensaciones de mi cuerpo…
            -¡La voz de la experiencia no, no quiero escucharla!..., me habla del pasado, sincronías de momentos acaecidos y yo que acabo de nacer a su sonido, lucho por la autenticidad del momento.
… La emoción vuelve a surgir, mi cuerpo vuelve a tronar a reaccionar a combustir de nuevo…Yo lo veo, lo escucho, intento comprender… sensaciones… elementos que se agitan dentro de mí… Y esa es la vida, el vaivén del espacio y del tiempo.
            Es otro instante… vuelve la serenidad y la asimilación, mi conciencia se expande y abarca más allá de mi cuerpo… es como si me agrandara y ocupara un espacio no físico, etéreo, sublime…
 Acallo mis pensamientos, respiro e inhalo la esencia del momento… la guitarra vuelve a vibrar y su sonido...se eleva más allá de la perfección, su eco se respira más allá del horizonte de mi sensibilidad… forma parte del viento, del aire que respiro…
 
                                                                                              María Tau

lunes, 7 de abril de 2014

RESEÑA LITERARIA


Como defensora de la educación a ultranza… os voy a relatar la vida de Justa Freire, una apasionada maestra que se vio atrapada por la historia de España (1896-1965).
En el mes de Noviembre acudí a una cita… una invitación que había llegado a mis manos a través de una amiga que conoce mis preferencias y que desde aquí agradezco su gesto.
La invitación lucia su contenido:
Presentación del libro. “Justa Freire o la pasión de educar. Biografía de una maestra atrapada en la historia de España (1896-1965)”, Mª del Mar del Pozo Andrés.
Fechas/Horarios◦29/11/2013 - 29/11/2013 19:00 -
Lugar Palacio "La Alhóndiga", Plaza de Santa Ana, 7 – Zamora .Organiza Centro-Museo Pedagógico de la Universidad de Salamanca (CEMUPE)
            Asistí a mi cita con la ilusión de conocer de primera mano la vida de esta ingeniosa maestra zamorana que tanto había oído hablar de ella y de la que soy gran admiradora de su pedagogía y de su historia. Conocí personalmente a la autora del libro basado en diarios escritos por la propia Justa.
Y… como nos narró la presentadora   y autora del libro que volcó toda su experiencia en destacar las cualidades y entrega de toda una mujer luchadora maestra de maestras.
  Para no errar pongo sus palabras en mi reseña:
“Este libro nos cuenta la historia de una mujer que fue nada más y nada menos que una maestra. Es la historia de una pasión, pues ella vivió la enseñanza apasionadamente, entregó a la escuela su vida y sus esperanzas. Es la historia de un amor, porque esa pasión fue tan fuerte que invadió los demás aspectos de su persona, hasta los más íntimos y privados. Es la historia de una traición, ya que acabó siendo delatada por aquellos a los que más se consagró en el ejercicio de su profesión. Es la historia de una amistad, porque en los momentos más duros encontró la lealtad y el apoyo de sus amigas y discípulas. Es la historia de una tesela de cerámica que nos ayuda a construir el gran mosaico de la Historia de España y a descubrir sus múltiples matices tornasolados.
Justa Freire Méndez fue una mujer moderna y avanzada para su época. Su retrato literario nos llegó a través de la obra de teatro “La colmena científica o el café de Negrín”, con la que José Ramón Fernández obtuvo el Premio Nacional de Literatura Dramática 2011. Tal era la fuerza de su personalidad que el autor la eligió como el único personaje femenino en un mundo de intelectuales y científicos, dibujándola como lo que era en los años veinte, una maestra del vanguardista e innovador Grupo escolar «Cervantes» de Madrid.
En él educó a los hijos de los obreros de Cuatro Caminos, entre ellos al futuro líder comunista Santiago Carrillo. Durante la Segunda República fue directora del Grupo escolar «Alfredo Calderón» de la Ciudad Jardín, viviendo, junto a otro puñado de mujeres, la experiencia de ser las primeras profesionales que dirigieron a docentes varones. Muchas de ellas pagaron bien cara su osadía. Después de una guerra, un juicio y un encierro en la cárcel de Ventas, acabó en el Colegio Británico, formando a muchos aristócratas y a varios retoños de los jerarcas del franquismo. Le arrebataron todo y fue capaz de reinventarse a sí misma, porque nunca nadie le pudo robar su alma apasionada. Decíamos hace más de cien años...
            Justa Freire, compañera de caminos junto a D. Ángel Llorca, allanadora de nuestros senderos…… hacedora de sueños Zamora marca el inicio de su vida en 1896 (Moraleja del Vino) y el de su alumbramiento al mundo de la pedagogía, ya que será allí donde recibe el premio extraordinario de su promoción. Tras su paso por Casillas (Ávila), es en el Grupo Escolar Cervantes donde todos sus sentidos se embriagan con la fértil realización de las más diversas tareas educativas, recorrido que realiza en trece apasionados años hasta que gana las oposiciones a dirección y asume la del nuevo colegio Alfredo Calderón donde inunda sus pasillos con el mismo proyecto innovador en el que había participado.
           Desde el mismo colegio, por indicación del gobierno de la República, ya en tiempos de guerra, atiende a los niños que permanecen en Madrid, situación que debe dar un giro para pasar a colaborar con D. Ángel Llorca en las Comunidades Familiares de Educación de El Perelló, donde son trasladados los niños en busca de una vida serena de familia en este período de guerra.
El gobierno la nombra inspectora visitadora de Colonias, hasta llegar a ser Delegada nacional de la Infancia evacuada.
Al finalizar la guerra es encarcelada en la Prisión de Ventas, allí realizará labores de alfabetización y talleres de encuadernación con las presas más jóvenes, entre las que se encontraban las Trece rosas.
Su fructífera vida toca fin a los 63 años de edad y con un bagaje cultural y pedagógico que rebosa los límites del buen hacer. Este libro nos cuenta la historia de una mujer que fue nada más y nada menos que una maestra. Es la historia de una pasión, pues ella vivió la enseñanza apasionadamente, entregó a la escuela su vida y sus esperanzas. Es la historia de un amor, porque esa pasión fue tan fuerte que invadió los demás aspectos de su persona, hasta los más íntimos y privados. Es la historia de una traición, ya que acabó siendo delatada por aquellos a los que más se consagró en el ejercicio de su profesión. Es la historia de una amistad, porque en los momentos más duros encontraron la lealtad y el apoyo de sus amigas y discípulas. Es la historia de una tesela de cerámica que nos ayuda a construir el gran mosaico de la Historia de España y a descubrir sus múltiples matices tornasolados”.
Que mi reseña de este libro sirva para dignificar la labor tan meritoria del “maestro de escuela” que tantos frutos ha dado, sobre todo en las zonas rurales donde tanta falta hacía por el abandono a que estaban sometidos los pueblos de España de esta época. Ellos dedicaban toda su vida, a veces con la privación de su libertad, en la entrega por la educación y salvaban de la ignorancia a cantidad de niños/as.
 Hoy es el día en que la evolución y desarrollo les ha tocado con su gracia, prosiguen su misión con el mismo carisma de lucha sufriendo en sus carnes y a veces paliando con su esfuerzo la pobreza de unos sistemas educativos parcos en financiaciones y que gracias a ellos y a su perfeccionamiento autodidacta y presencial, su entrega incondicional y su amor por el desarrollo impiden que la necedad y la desidia aparquen en las aulas…
 
                                                                    María Tau

martes, 1 de abril de 2014


MES DE MARZO…EN MADRID

           Una mañana de primavera… espera de primavera de Marzo, ambiente revuelto, negras nubes, nieve en la sierra, viento del norte… rielando sobre Madrid. ¡Vaya! Como diría un recio castellano “día de perros”, abrigo en ristre, sombrero calado, bufanda y paraguas.
            Sin embargo no todo es gris y frío, la avenida por la que paseo se ha llenado de flores… flores de los prunos que florecen en su isleta… a lo largo de ella y en las grisáceas aceras…altas  acacias y olmos despliegan los brotes de sus hojas en sus aireadas ramas y vierten sus semillas en el pavimento de sus alcorques que verdeguean agitados por remolinos circulares.
            Me arrebujo en mi abrigo de corte inglés y su cuello se enreda en mi pelo que baila al son que le marca el viento…
           En medio de la isleta de la avenida, una estatua la preside. Es una mujer sedente con vestidos de otra época… en sus manos un libro y en su cara una sonrisa. Parece una mujer amable, de rasgos serios y finos, el artista ha sido benevolente con ella al inmortalizarla en bronce fundido, amalgamándola cierta sabiduría en su rostro que va a perdurar en el tiempo… mientras que la ciudad la bendiga.  
           
            Es Beatriz Galindo, apodada “La Latina “que engrandece con su título al distrito en el que habita.
            En la base de su estatua... lirios, pensamientos, rosas y un pequeño granado adornan el parterre de su jardín… los pájaros revolotean y la tratan de animar con sus trinos y posadas en las diferentes partes de su cuerpo.
            Me paro a mirarla… sonrío, su toga de latón la cubre y defiende del frío e impertérrita me mira como si quisiera saludarme.
           En la esquina de la plazuela del Ángel, El Mesón Gallego, en su escaparate pregona los manjares que ofrece a los clientes que atraviesan sus puertas y claudican a sus encantos gastronómicos: centollos, langostas, buenos filetes de ternera, abigarrado cuadro de Naturaleza muerta. El menú exterior ofrece también buena merluza de pincho, pescados variopintos, pulpo a la gallega, lacón con grelos y caldos calientes para compensar el frío exterior, todo ello regado con excelentes vinos de la casa traídos de otros lares…
            En la otra acera una iglesia de ladrillo rojo, imitando el estilo mudéjar pero sin llegarle a los talones.
En la puerta de este templo, un cúmulo de gente se arremolina y hace fila en la puerta trasera, mendigos y gente que vive de la caridad y que espera una limosna postrera… sus caras mortecinas, ennegrecidas por la vida en la calle, con barbas raídas, zapatos enchancletados y llenos de agujeros, esperan pacientes que su turno llegue y puedan adquirir alimentos y ropa para poder sobreviviendo a la sinrazón de la pobreza.
  El contraste entre esta acera y la de enfrente es obvia y patente y llama la atención del que observa y quiere ver, no del que solo mira.

 Perpendicular a esta avenida aparece otra que subiendo por ella nos lleva a la Casa de Campo…
 
            Enfilo esta segunda avenida, pero al dar la vuelta a la esquina tengo que cubrirme la cara para que no la golpee el viento amarzado… mis ropas se hinchan como vela de barco empujándome en mi caminar aunque no en la dirección adecuada.
            Le pongo voluntad al instante y continuo mi marcha y un paso tras otro me llevan a la entrada de este paraje natural.
            A un lado y a otro observo edificios que fueron construidos en la época en que se celebraban las llamadas Ferias del Campo y que imitan a las casas rurales adineradas: masías, torres, pazos, cortijos, hórreos etc., y que hoy no cumplen la misión de antaño.
 Para poder conservarlas, hoy día se han privatizado, vendido a empresarios que las han convertido en restaurantes típicos y mercadean con la gastronomía de su estilo arquitectónico.
            Entre ellas jardines, árboles de todas las clases: sauces, abedules, pinos, olmos y acacias aparecen por doquier.
…De pronto el espacio se ensancha y aparece una masa cristalina oleada por Eolo, que mece a su vaivén barquitas amarradas a su muelle de madera. Una verja de filigrana bordea un gran estanque kilométrico y evita caídas de inconscientes paseantes que pueblan sus orillas.
Barquitas, casitas para ocas y patos, piraguas y enseres deportivos pueblan sus aguas en días soleados.
            Hoy hasta sus patos, ocas y cisnes meten sus picos entre sus alas perezosos, parecen anclados en las aguas y solo se dejan mecer por las olas del perfil del agua como niños en columpio.
            Arrecio mi paso y bordeo por un lateral el lago… agradezco el cobijo que ofrece la boca del Metro que aparece frente a él y que lleva su nombre. Es una de las estaciones del suburbano… da calor a mi rostro que deja de ser golpeado por el viento aunque solo por un instante, ya que el andén está también al aire libre y mi cara vuelve a ser castigada por la marzada.
            El Metro avanza y el vagón va pasando por medio de la Casa de Campo…por la superficie el paisaje va pasando raudo deslizándose por las vías a buena velocidad y la lluvia comienza a golpear los cristales de mi vagón. Al calor del refugio que encuentro en su interior, me abandono y disfruto del paisaje mojado por una lluvia fina…
Comparto el espacio con otros viajeros que ajenos a mi sentir aparecen serios y misteriosos, tapando su personalidad con un hermetismo facial que raya en la indiferencia…
            Me espera mi trabajo y el comienzo de una jornada del mes de Marzo…

                                                                                                                 María Tau