BIENVENIDO…VERANOO
El verano apunta
maneras, la noche del solsticio llega con el festejado San Juan, noche de magia
y leyenda, noche de hogueras hasta la madrugada, fiesta de bacanal unido en un
mismo quehacer, alborozo, risas, hechizos, alquimia…
Una Luna
grande, blanca amanece al mar. El tórrido y calenturiento verano está al
llegar, el canto de la tórtola al despertar, olor a parva, a siega del trigal.
La
Naturaleza despierta su eco en una nueva estación que no iguala a las demás,
sus tintes y formas la diferencian, su cielo azulado, colores amarillos,
naranjas y violetas de sus atardeceres. Sus brillantes y tintineantes noches
estelares que arropan vagabundeos y trasnoches huyendo de la calor diurna.
Días
ociosos vacacionales dispersos por mares y montañas, ideas divergentes,
búsqueda infatigable del bienestar, de lo novedoso.
Se toma
lo exterior como espejo modélico, es el momento de la extroversión, fatiga
corporal, pereza en el sentir, inmersión de las sombras, inquietud en el hacer
reflejado por los modelos externos y variopintos.
Baños a
la luz de la Luna, vapores de esencia, amores furtivos y elocuentes disfrazados
de dicha.
Todo
quiere cambiar se deshecha la monotonía, todo se disfraza de novedad…
Aparecen
los bufones disfrazados de artistas que colocan sus obras en el mejor rincón y
con la mejor caricatura, esperanzados en el éxito sin cordura.
Verano
lisonjero en donde todo tiene cabida desde una cálida esperanzada espera hasta
una revolucionaria marcha en pos de una libertad no conseguida. Se rompen las
banderas y liderazgos, se desatan cadenas, la parva está trillada, los sueños
invernales se convierten y mutan en creativos actos.
Músicas…
charangas… verbenas y festivales inundan calles y pueblos, la alegría
transciende a la pena, cruceros transcontinentales que unen mares y océanos,
traspasan horizontes y rompen cadenas e ideologías; madura las frutas, posterga
afanes…
Las
emociones están servidas minuto a minuto, instante a instante, hay prisa por
sentir, lo racional se aparca, se expresa, se evoca, la riqueza emocional llega
a su culmen cuando acaba el verano y las emociones se aparcan en el interior,
renovadas y más livianas, más serenas, de más fácil expresión…
Buenas
tardes verano…
MARIA TAU